Monday, 30 May 2011

Arturo Perez-Reverte en Twitter


Viaje americano concluido. De nuevo aquí. Me he perdido doble movida. Votos y gente gritando basta. De las elecciones, poco que decir. Voto de castigo previsible y evidente. Me importa más lo otro. Lo nuevo. Lo emocionante.

15M. El día en que los españoles se negaron a seguir siendo cómplices.

Hacía mucho tiempo que no me sentía orgulloso de la gente. De mis compatriotas. Desde Argentina se veía todo aún más emotivo. Ya estuvo mi hija, dando la cara por mi. No sé qué diablos pasará al final. Si se mantendrá la limpieza o al cabo también el 15M se transformará en lo de siempre. Lo que me importa es que ha ocurrido. Que los españoles han dejado de ser cómplices pasivos. Borregos silenciosos mientras los esquilan y degüellan. Ahora sé (sabemos) que las cosas son posibles. Que es posible conseguir que los corruptos, los incompetentes, los irresponsables, los hijos de puta, dejen de creerse impunes. No sé si servirá de algo. Pero #acampadasol ha sido ejemplar. Perfecto. Consolador. Higiénico. Ahora, los sinvergüenzas que gobiernan o los sinvergüenzas que aspiran a gobernar saben que es posible amotinarse en 24 horas. Amotinarse de verdad, pacífica y civilmente. Para esto o para lo que sea. Ojo: para lo que sea. El futuro es largo y ancho. Es la principal lección,creo.

No va a cambiar nada de golpe, pero sí puede cambiar en el futuro .El fin de la impunidad. El miedo a la gente. Lo de menos es lo que se pida o no. La utopía o lo razonable. Si es de izquierda o derechas lo que se pide. Aquí me importa más el método. Eso es lo deliciosamente revolucionario del 15M: el método. El contenido está lejos, por desgracia. Esas listas electorales con 1.000 imputados lo prueban. Por eso lo que de verdad me interesa de esto es el método.En cómo la gente lo ha visto e interpretado.Ahí está la gran novedad, a mi juicio. Esos políticos de toda laya desconcertados por fin. Acojonados. Corriendo luego para hacerse allí una foto que les negaron. Y ese magnífico, espectacular, miedo que pueden tener a partir de ahora. Han visto, al fin, el campo de minas. Espero.

Es bueno que los políticos le tengan miedo a la gente. El miedo de un político es la mayor garantía de su rectitud. ¿Qué otro freno tiene un político sino el miedo? Esos canallas arrogantes llevaban demasiado tiempo creyéndose a salvo de todo. Ahora saben que no están a salvo de nada. Que son vulnerables. Me encanta que esa pandilla de funcionarios de la golfería institucionalizada se sientan vulnerables, por fin. Ojalá no se infiltren en esto los canallas. Ojalá no se transformen en politicos quienes ahora tienen la palabra de tantos en su boca.

Tengo una duda no resuelta: ¿Es bueno seguir en la calle, o se perderá el efecto? Me pregunto (sin respuesta, sólo me lo pregunto) si no sería más eficaz la táctica de guerrilla. Golpear simbólicamente, disolverse, volver a golpear en caso necesario. Disolverse, reunirse, golpear con la palabra y la dignidad y desaparecer de nuevo. Hasta la próxima. Concentrarse cada vez,para luchar con la palabra y el número. Abrumando a los canallas,que se sentirían vigilados y no dormirían tranquilos. Con esa amanaza siempre ahí, difusa pero real, nunca se corromperían tranquilos. Ni nos corromperían. Han sido 30.000, o 50.000… La próxima pueden ser 200.000. O más. Por eso me preocupa que se mantenga artificialmente lo que ya ha sido un éxito en ese sentido. Que eso pueda matar la eficacia. Bastaría un chispazo para desencadenarlo de nuevo. Unos cuantos cabreados o desesperados con un teclado y Twiter o facebook o lo que sea. Una ocasión próxima y el saber que puede hacerse. Que ya se ha hecho. Ha nacido,en mi opinión,una temible,incruenta y modernísima forma de guerrilla urbana. Una amenaza que del sentido común depende sea grotesca al fin, o permanente, limpia, desinteresada y global. Mi resumen es que, si hay rescoldo razonable, y hemos visto que lo hay, siempre se le puede echar gasolina. Si hace falta.

Ah. Y estoy de acuerdo con muchísimos de ustedes. La extrema derecha ha demostrado que sí. Que hay una estúpida extrema derecha. Yo creía que era un invento de los golfos de turno, y resulta que no. El tratamiendo de algunos medios ha sido para echar la pota. Pero claro. Tontosdelculo con orejeras los hay a diestra y siniestra. La gilipollez no tiene ideología, sino psicopatía ideológica.

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